18 nov 2009

LENGUA y LITERATURA

Operaciones de control cultural
Los siguientes documentos dan cuenta de las intervenciones de los censores y, en particular, de las pautas establecidas por los Servicios de Inteligencia para procesar las investigaciones sobre
materiales, sujetos, y actividades.

Discurso de los represores en revista Somos,
Buenos Aires, 16 de septiembre de 1977.

Con respecto a la metodología empleada por el Ejército, en el ámbito cultural, citamos al General de Brigada Edgardo Vila: "El Ejército luchó en tres ángulos: combatió la subversión, realizó acción cívica y catequizó a su población ideológicamente. Los cuadros y tropas tenían estos principios básicos: mentalidad ganadora, sentido de orden práctico, planeamiento abreviado, ejecución instantánea, réplica inmediata, persecución a muerte, conquista de la población, espíritu de combate y fe ciega en la victoria (...) Combatimos en forma convencional, pero a veces nos adaptábamos a la misma táctica del subversivo. También trabajábamos políticamente, porque la subversión había hecho ese trabajo durante años (...) La gran proporción de universitarios enrolados como ideólogos o combatientes en la subversión dentro del país es una muestra palpable del trabajo de adoctrinamiento que se realizó en esas casas de altos estudios. Esta es la dolorosa, difícil, experiencia vivida en la lucha contra la subversión en las universidades de Tucumán y Bahía Blanca. De ello se infiere la importancia futura en la preparación del ser argentino con una clara orientación ideológica. A semejanza de todas las demás, la Universidad de Tucumán padecía de una absoluta autonomía jurídica, legal, política. Esta peligrosa autarquía adecuó el camino a su conversión en la sede teórica y organizativa de la subversión. De allí que la subversión cultural es el esfuerzo de separar el individuo de su medio sociocultural para acoplarlo al universo de ideas, valores, pautas de conducta propias de la sociedad que lleva a cabo la subversión. Se trata ya, no de conquistar terreno, físicamente hablando, sino de conquistar mentes. No de tomar plazas fuertes, sino de moldear las estructuras mentales a favor. La única victoria definitiva en la guerra es la victoria cultural (...) Más que lucha por las armas, es una lucha por las almas. Para graficar: se ha podado un árbol y para que no brote en el futuro será necesario quemar la raíz y el tronco de ese árbol."

Nota del diario español El país, 12 y 13 de marzo
de 1977, Madrid.

"La circulación por correo de El Capital de Carlos Marx, fue prohibida el lunes pasado en Buenos Aires (...) Los libros prohibidos ‘infringen normas regidas por la Ley Antisubversiva con relación a la difusión de ideologías extrañas al ser nacional argentino’.
Además de El Capital, se han prohibido Categorías del material dialéctico de Rosental, El problema de la conciencia de Shorojova, El materialismo dialéctico y el concepto de Khrasanov, La asimilación consciente de la escuela de Ganelin, Metodología de la labor educativa de Kannikpva y Dialéctica General de Tomaschevski. Algunas editoriales españolas han recibido notificación oficial de que determinadas publicaciones suyas han sido prohibidas en Argentina (...) Todo lo que huele a marxismo es inmediatamente eliminado. Se ha llegado a extremos grotescos, como fue aquella quema de libros recién llegados al aeropuerto de Buenos Aires, un envío considerado altamente peligroso fue nada menos que Rojo y Negro de Stendhal. En Córdoba, en la Base del 14 Regimiento de Infantería Aerotransportada, se han estado realizando "autos de fe" contra libros y revistas, en presencia de periodistas. Según el jefe de la Unidad, se trata de ‘literatura perniciosa que afecta al intelecto y a nuestra manera de ser cristiana’. Esta medida pretende impedir que esta literatura ‘continúe engañando a nuestra juventud sobre el verdadero bien que representan nuestros símbolos nacionales, nuestra familia y, en fin, el país".


Editado por Carmen Villarroel

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